Comercios de toda la vida frente al comercio online
La estimulación que nos genera la compra online es menor que la generada con las tiendas convencionales. A través del móvil se usa la vista y el oído, sin embargo, cuando entramos a un comercio podemos tocar, oler y hasta saborear los productos que ofrecen y esto es algo que la venta online no puede conseguir.
Un aspecto clave para el consumidor es el hecho de llevarse el producto al instante de hacer el pago, algo que la compra online no puede ofrecerles ya que las compras online requieren de un tiempo para recibir los pedidos.
Estos son los tres pilares que sostienen a la tienda física:
- La cercanía del comercio y la costumbre de comprar en él.
El aspecto que marca la diferencia es el asesoramiento que recibimos, aunque cada vez tengamos más claro qué queremos, y cuánto estamos dispuestos a pagar por ello. En cada pueblo y ciudad hay muchos comercios que resisten a las compras en la red y muchos comercios mantienen sus clientes de “toda la vida”.
- Hipersensibilización
Cuanto más específico es lo que se vende en una tienda, más probabilidades hay de que los consumidores se acerquen a la tienda en vez de consultarlo en la web. Ver la realidad de los productos que buscamos añade un valor añadido a los comercios físicos.
- Las tiendas físicas como ocio o lujo
“Quedar con los amigos para ir de compras y dar una vuelta” es algo que los jóvenes mantienen y hacen, esto convierte el comercio físico en una acción de ocio. Esto hace que la gente siga yendo a las tiendas a comprar.